Siempre que recordaba esta película, me venía a la cabeza mi vecino cuando eramos unas chavales de siete años, recuerdo como me hablaba de esta película, así que decidí ir al videoclub y alquilarla, y recuerdo que esta película no me dijo nada en especial y guardo ese recuerdo después de varios años...

Decidí volver a verla, casi treinta años después y era de esperar, es una película muy buena, y lo mejor de todo, es una película que ha sobrevivido a los años ochenta.

Se siente ese espíritu de los ochenta, esos peinados, ropas y lo mejor de todo, Nueva York, se retrata a la ciudad tal como era por aquellos años, una ciudad bastante pelígrosa, ahora sin embargo, es otro mundo, pero queda retratada la ciudad tal como era.

Otra cosa importante y buena a mencionar es el retrato del medievo, es fabuloso, Escocia y sus fabulosos paisajes, es quizás de lo mejor de la película.

La otra cosa buena es la historia, es una película muy buena, una película de aventuras muy original y diferente para aquellos años, muy bien dirigida y ambientada, una historia que va más allá del simple hecho de la inmortalidad.
La película plantea la genial idea de ser inmortal, a todos nos apasiona esta idea, pero la inmortalidad lleva consigo la soledad del tiempo, la mortalidad es bonita cuando se vive con la persona a la que amas, aunque no se profundiza en estos aspectos, son cosas que están presentes en la historia, la película entretiene pero también toca aspectos profundos del ser humano.

Pero la guinda de la película es la fabulosa música de Queen, sin duda el rey, el amo, con una canción que hizo historia.

Todos estos ingredientes hacen una película de los ochenta inolvidable y de culto.