Forrest Gump es una película de doble filo.
La lágrima fácil y el lado emocional no dejan pensar mucho y a eso me refiero, no vemos el otro lado de Forrest Gump.
Forrest conquistó los corazones americanos y también parte del planeta y con ello las taquillas y nuestros bolsillos, sin duda fue uno de los grandes éxitos de taquilla de la historia del cine y con ello el inocente Forrest hizo millonarios a los millonarios.
¿A qué se debe esto?, está claro, están dando al público americano lo que están buscando.
Las películas tales como 2010, El día de mañana o esa basura de ficción hacen sentirse al americano un ser superior y con películas como Forrest Gump analizan su profunda filosofía de la vida, el eterno sueño americano, un sueño alcanzable solamente por las productoras de Hollywood.

Bueno la historia, todos la conocemos, las actuaciones, el guión y más de lo mismo, es verdad que he llorado con Forrest cada vez que la he visto porque soy un ser humano y me emociono como cada ser vivo de esta tierra pero también soy crítico y frío y con Forrest Gump hay que serlo.

La película busca el éxito de taquilla con ese lema americano: si te lo propones puedes hacer realidad tus sueños.
Esos “ sueños” son participar en la guerra siendo un héroe de guerra, ganar mogollón de dinero (pues el dinero es la base de la riqueza según los americanos), puedes conseguir todo lo que te propongas e incluso si eres tonto de remate (como son la mayoría de la sociedad americana), es decir, una película para América y con América.

Bueno, las actuaciones son muy buenas, Forrest está bordado y el resto muy bien y muy correcto, la película está dirigida muy correctamente pero sobre todo pensada en llenarse los bolsillos.

Aunque hablo así de la película no significa que no me guste, la verdad que me gusta y mucho y te hace pasar un buen rato y emocionarte al mismo tiempo, tiene muchos valores y frases baratas pero muy acertadas, la filosofía de Bergman llevada a la pantallas americana.

Todo un clásico (de doble filo) de la pantalla americana.