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Polonia Polonia · Zürich-Varsovia
Voto de manuel:
9
Drama Peter Egerman (Robert Atzorn) comete un horrible crimen: viola y estrangula a una prostituta. Del caso se ocupa el psicoanalista Mogens Jensen (Martin Benrath), pues él ya le había confesado en su consulta su deseo de asesinar a su mujer. A través de una investigación policíaca narrada en forma semidocumental, se va reconstruyendo el inquietante retrato del asesino, un hombre frustrado, sobre todo por el fracaso de su matrimonio, cuya ... [+]
5 de agosto de 2008
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
De la vida de las marionetas es una vez más una complejísima película de Bergam sobre el análisis de nuestras psicologías, de nuestros actos y hechos.
Complejísima y a su vez sencilla elaboración impregnada de ese lado teatral que caracteriza a sus películas además de austero y rígido.
Complejísimo guión donde se desarrollan los pensamientos, psicología y a su vez lo temores de un grupo de personas que serán unidos todos por el asesinato de una prostituta.
Bergman se sirve una vez más de este hecho para analizar el porqué de este acto, el porqué de esa necesidad de tener que matar a alguien, hasta donde pueden llegar los desequilibrios de una persona para llegar a ese punto.
De esto se encarga Bergman en esta película de querer analizar el porqué de estos hechos, una persona joven, donde ha triunfado en su trabajo, con una mujer guapa y decidida que le quiere, una persona que lo tiene todo, en teoría pero lo que más le falla es su autoconocimiento, taras de la infancia, eslabones de una cadena sin unir muestran la psicología de una persona que sin ninguna razón aparente tiene que asesinar a alguien.
Complejísimo análisis del personaje a través de las entrevistas realizadas a personas que le rodean, mujer, amigos de la mujer, madre, psiquiatra, todos hablan sobre el protagonista además de mostrarse ellos mismos, mostrar también sus temores, sus taras, su errores, sus miedos…personajes que en apariencia parecen tenerlo todo, grandes trabajos, pisos preciosos, una vida social llena de reuniones, compromisos, viajes…pero en el fondo personas vacías, todos sienten miedo a la vida.
Ese es para mí el análisis psicológico que Bergman, una vez más, vuelve a realizar a sus personajes, obsesionado por el autoconocimiento en varios aspectos tales como religión, matrimonio, sexualidad, vida sentimental, la muerte, las angustias, temas que le obsesionan y sabe poner en boca de sus personajes sus propios miedos y temores hacia la vida.
Quizás la película peca solamente de una cosa, demasiada sobriedad y austeridad pues hay películas igual de sobrias pero hace poco una amiga me dijo una buena comparación entre las tres películas dirigidas por Liv Ullmann y el cine de Bergman.
Las tres películas de Ullmann son el buen ejemplo de una alumna aplicada y talentosa que ha trabajado con Bergman pero sus películas tienen esa sensibilidad femenina que Bergman no sabía dar a sus películas, son demasiado sobrias.
A pesar de todo estamos ante un director irrepetible de la historia del cine y para mí uno de mis preferidos pues es capaz de mostrar la angustia personal reflejada en el cine y en sus personajes, un buen ejemplo de terapia personal.
Somos marionetas donde los hilos de nuestro cuerpo están movidos por nuestras emociones.
manuel
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