Luis Buñuel escribió y dirigió auténticas obras maestras del cine, películas inolvidables que han hecho auténtica historia, grandes críticas sociales, religiosas y grandes historias surrealistas que critican ambas cosas pero “La joven” no es el caso.
Estaba una tarde de domingo queriendo ver algún clásico y me puse Nazarín pero el sonido iba mal y en el mismo disco tenía esta película y me dije que quería descubrir algo nuevo y a eso me lancé.

Me encontré con una película bastante diferente de las normales de Buñuel y con pocos elementos que caracterizaban su cine, la sexualidad.

No sabía ante que me encontraba, una película que nunca acaba de funcionar al cien por cien, sexualidad, inocencia en la juventud, religión y sobre todo racismo, varias cosas quiso tratar nuestro directo pero nada funcionaba, es una obra que no acaba de funcionar.

En ningún momento ha despertado la curiosidad y sobre todo cuando veo que ya había pasado una hora y la cosa seguía sin avanzar.
El racismo está tratado pero no se sabe como llevarlo a cabo, una especia de Lolita se siente en la película pero no parece interesar demasiado y el resto me es indiferente.

Lo bueno son los planos, las interpretaciones son correctas pero Buñuel no sabía como llevarlo aunque él dijo que era de sus mejores trabajos, quizás no había visto todavía Viridiana o El ángel exterminador.