Viendo una tras otra las películas de Bardem estoy descubriendo que hemos tenido uno de los mejores directores del cine español y no las basurillas que ahora nos representan…
Tras ver Calle mayor, La venganza y Muerte de un ciclista hoy he visto, El puente y sin lugar a dudas, una gran película.
Sin rodeos, una película comprometida con el cine y con su tiempo, una visión real de la España más profunda y más real de una España que dejaba atrás el franquismo.
Bardem muestra, como si del Quijote se tratase, un viaje en moto por la Castilla más profunda desde Madrid a Torremolinos y ahí estará la conciencia moral de esta España hundida en la miseria, una España marcada por un régimen que hasta hoy se puede sentir en la mentalidad de aquella generación que todavía siguen viviendo.
Lo que parecerá ser una comedia española de los años sesenta y setenta, es decir, un cine bastante vacío, Bardem nos engaña pues esto que parece ser una comedia será un retrato fiel del momento político-social.
Bardem nos invita a un viaje en moto descubriendo lo mejor y lo peor del momento.
España, un país famoso por sus playas, sus gentes, sus toros, sus fiestas, su vino, un país donde los extranjeros vienen a veranear, vienen de fiesta, una España falsa.
La realidad es la siguiente, una España anclada en la mente dictatorial donde el temor a la guardia civil es todavía el pan de cada día, la libertad de expresión es todavía un cuento, donde la gente de la prisión siguen ahí cumpliendo condena, pueblos enteros sin nada donde trabajar, la aparición de una nueva generación joven que va en contra de todo lo impuesto creándose así un libertinaje sin ningún tipo de moral y unas diferencias de clases muy acentuadas, nuestro amigo Alfredo se encuentra con un ciento de personas que le harán reflexionar y sentirse comprometido con la situación social.
Una situación donde el español tiene que emigrar y prefiere no volver a España y cuando lo hacen te miran por encima el hombro y presumiendo de todo lo que han conseguido, una pobre gente que han perdido todo tipo de humanidad.
Por fin se puede hacer una película crítica sin ningún tipo de rodeos y trampas, directores como Buñuel, Berlanga y Bardem se comprometen con su tiempo aunque hubiera unas limitaciones de expresión, ahora que Franco ha muerto dicen las cosas como son.
El puente es la primera película que Bardem hace después del régimen y sin ningún tipo de censura.
Las interpretaciones son muy correctas en especial la de Alfredo Landa al cual se le tenía encasillado en la clásica interpretación de macho ibérico y aquí sigue siendo ese machito pero baja sus humores y es consciente de la mierda en la que vive.
Una vez más Bardem demostró ser un pedazo director y sobre todo, comprometido a su época, un director que valores humanos, sobre todo.