El debut en el largo del siempre interesante Paul Thomas Anderson es una interesante y entretenida película. Contando con una historia bien contada y dirigida por sobriedad por el director de las posteriores y fantásticas "Boogie Nights" y "Magnolia", "Sidney" es una elegante película que se mueve más por el cine negro que por el thriller especialmente a mitad de película.

Así el guión escrito por el propio director se desarrolla bien y tiene momentos fascinantes. Y aunque el final no me ha gustado en exceso, la película se ve en un suspiro y con bastante facilidad gracias a que nos encontramos con una historia que no sufre grandes altibajos y que esta dirigida con profesionalidad y elegancia por Paul Thomas Anderson gracias también a esa fascinante relación padre-hijo entre Baker Hall y Reilly.

Y luego el trabajo de los actores es bastante bueno. Para ello Anderson cuenta con tres de sus actores fetiches, Philip Baker Hall ("Magnolia" y uno de los cortos que dirigió anteriormente Anderson), John C. Reilly ("Boogie Nights", "Magnolia") y Philip Seymour Hoffman (todas las pelis de Anderson menos la que está dirigiendo actualmente). Aunque bueno lo de Seymour Hoffman casi se podría decir que es un cameo y que tampoco aporta nada a la trama. Por supuesto es un sobrio, calmado e inspirado Philip Baker Hall el que realiza una interpretación portentosa y muy buena, mientras que John C. Reilly y Gwyneth Paltrow están más que correctos. Samuel L. Jackson cumple aunque es el que menos me ha gustado de la peli.

Dirigida con elegancia y sencillez, el film de Anderson es un buen entretenimiento con el que pasar un buen rato bastante entretenido. Un interesante debut el que realizó este muy interesante director.