No es ninguna maravilla pero se trata de una película entretenida. Con fallos pero simpática, con actores con carisma y con una historia que sin ser nada del otro mundo en todo momento cumple y entretiene. Da lo que en un principio ofrece que es lo importante y Nichols se encuentra cómodo en todo momento dirigiendo. Buen comienzo y previsible aunque efectivo final para esta cumplidora película.

Y las interpretaciones bastante buenas con una guapísima Melanie Griffith que realiza una buena interpretación ya que en ella recae todo el peso de la película y sabe mantenerla, una Sigourney Weaver que también cumple en el papel de jefa de Melanie, un simpático Harrison Ford que realiza una pasable interpretación y varios secundarios conocidos. Spacey solo sale en una escena del principio en la que está totalmente sobreactuado, como si se hubiera fumado un porro antes de rodarla. Cusack, con un pelo que sería la envidia del protagonista de "Cabeza borradora", realiza un papel bueno al igual que un Baldwin que hace bueno el papel de novio infiel de Griffith.
En fin que Nichols la dirige bien y los actores hacen el resto. Pero la película no es mucho más. Entretenida sin más. No hay que pedirle nada más.