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Voto de Sibila de Delfos:
10
Drama. Fantástico. Aventuras William Bloom (Billy Crudup) no tiene muy buena relación con su padre (Albert Finney), pero tras enterarse de que padece una enfermedad terminal, regresa a su hogar para estar a su lado en sus últimos momentos. Una vez más, William se verá obligado a escucharlo mientras cuenta las interminables historias de su juventud. Pero, en esta ocasión, tratará de averiguar cosas que le permitan conocer mejor a su padre, aunque para ello tendrá ... [+]
8 de abril de 2008
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Maravillosa. Ésta es la única calificación que puedo ponerle a la película de mi querido Tim Burton. El hombre tras Eduardo Manostijeras, Sleepy Hollow o Sweeney Todd nos ofrece aquí su película más madura y adulta, además de la más normal en años (creo que desde Ed Wood no hacía una cinta que estuviese ambientada en el siglo XX o en el mundo real). Y el resultado es una gozada absoluta.
Big Fish supone un punto de inflexión en la carrera del realizador de Burbank. Por primera vez en mucho tiempo, Burton se deshace de su característica estética gótica y sus argumentos estrafalarios para contarnos una historia de un hombre extraordinario que vive en su propio mundo de fantasía. ¿O quizás sea realidad? Además de la propia historia fantástica de Edward Bloom, Burton se permite sorprendernos reflejando con inteligencia la relación entre un padre y su hijo que no se llevan bien, pero acaban aceptándose el uno al otro. En realidad, las películas de Tim Burton siempre han tratado sobre cosas mundanas, pero quizás la extravagancia de sus propuestas no habían dejado verlo como se aprecia aquí. Sin renunciar al humor y a los fenómenos extraños, el director y su guionista John August nos disparan al corazón, haciéndonos uno con los personajes desde el primer minuto.
Como siempre aparece por allí la maravillosa música de Danny Elfman, mano derecha de Burton, más sutil y bella que nunca, complementando perfectamente las actuaciones del reparto. Y vaya reparto. En una historia en la que Johnny Depp no tenía cabida (otra muestra más de la inteligencia del director), Ewan McGregor se convierte en la estrella de la función, demostrando una vez más su versatilidad y su carisma arrollador. De Albert Finney y Jessica Lange ya poco hay que decir, y tanto Marion Cotillard como Helena Bonham Carter llenan la pantalla cada vez que aaprecen, en especial la inglesa, cada vez más inolvidable (no sé si se da cuenta de la suerte que tuvo de casarse con Burton. Menudos papeles le ha regalado). Tan sólo un al go apático Billy Crudup y alison Lohman quedan atrás, pero no se nota mucho. En realidad ni siquiera importa que el ritmo sea algo irregular. La magia que transmite la película, la FANTASÍA en mayúsculas, no se paga con dinero. Es la demostración de que Burton es un autor más allá del gótico. Aunque sea lo que mejor hace (y lo que más le gusta).

Lo mejor: Ewan McGregor (ver sus escenas con el personaje de Jenny), Helena Bonham Carter (soberbia) y el guión de John August, mágico e inolvidable.
Lo peor: El ritmo es irregular y debería ser un poco más corta, pero no importa mucho.
Sibila de Delfos
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