Por fin. Por fin alguien me entiende. Por fin alguien hace una comedia romántica a mi gusto. Por fin alguien se atreve a contar no sólo el comienzo y el desarrollo de una relación, sino también cómo ésta se destruye. Por fin alguien se atreve a dar un giro de originalidad al género.
Dejemos aparte si la película de Marc Webb es más o menos indie (esa experimentación formal con colores, texturas, fragmentación de planos, voz en off). Lo que creo que importa, y lo que estoy convencida de que ha cautivado a las audiencias, es que (500) días juntos es una historia de amor preciosa. Y no lo es porque Zooey Deschanel y Joseph Gordon-Levitt tengan una química pocas veces vista en una comedia romántica (ya podían aprender los Ashton Kutcher o Katherine Heigl de turno...), ni porque la relación entre Tom y Summer sea encantadora (que lo es). La razón por la que la relación amorosa que describe la película es tan hermosa es precisamente porque desde el principio está envuelta en un halo dramático y de desesperanza. Y si no me creen, vuelvan a ver dos escenas: la casi final, con Tom y Summer en el parque, su parque, y la de la fiesta, con esa maravilla de plano fragmentado que muestra lo que ocurre en la cabeza de Tom.... y la muy distinta realidad.
En definitiva, un soplo de aire fresco en el género y en el cine en general, que quizás no merece la máxima nota que le he puesto, pero que a mí, como escéptica del cine romántico que soy, me ha sabido a gloria.

Lo mejor: La historia de amor, y las interpretaciones de Deschanel (habrá que seguirla atentamente) y Gordon-Levitt (inexcusable seguirle. Ojalá sea verdad que repetirá con Nolan en el tercer Batman).
Lo peor: No es una obra maestra. Es éso malo?