Qué solo te ves sin Toretto al lado, Brian O'Conner.
Ostras, mira que la primera ya era mala, ¿eh? Pero encima va a haber que subirle la nota porque lo que vino fue peor. Al menos aquella tenía la gracia de presentar a los personajes que hoy tantas personas adoran: Dominic, Letty, Mia, el propio Brian...
La estupidez llega a su máximo exponente (¿o no?) en este plúmbeo espectáculo de coches tuneados, carreras por doquier, hombres y mujeres de diseño y con poca ropa (no hay ni uno feo, oye), música atronadora, protagonista con aspecto de Ken angelical y una realización que más parece de la típica serie policíaca americana (no desentonaría John Singleton aquí en NCIS: Los Angeles o Hawai 5.0). ¿El guión dónde quedó? Ahhhh... en el baúl de los recuerdos de Karina, seguramente. Aquí ni está ni se le espera.
En fin...