Próxima es una hábil mezcla entre ciencia-ficción y drama.
La premisa es fácil: una reputada astronauta debe compaginar su trabajo y su preparación para un inminente viaje al espacio con sus obligaciones como madre separada de una niña de 8 años. Parece fácil, pero hacerlo bien no lo es tanto, y Alice Winocour lo consigue gracias a un guión muy trabajado, un metraje ajustado que no se extiende más de lo necesario (102 minutos, sin créditos), unos personajes con una función muy clara y detallada (ninguno está allí de sobra) y una señora actriz al frente. Poquito a poco, desde que se reveló al mundo con Soñadores y El reino de los cielos, Eva Green ha conseguido establecerse como una intérprete de probadísimo talento y carisma en cámara, arriesgando siempre (ver sus colaboraciones con Tim Burton) y primando siempre en sus decisiones el proyecto en vez de la fama fácil que podría haber conseguido con las ofertas típicamente hollywoodienses de "chica de la película" que a buen seguro ha recibido gracias a su espectacular físico. En Próxima, Green es dueña y señora de la pantalla y maneja a la perfección todos los tempos de la película.
Se le puede achacar a la propuesta un exceso de almíbar o incluso de ñoñería en algunos momentos (ver la llamada entre madre e hija mientras aquella se encuentra en el espacio), y puede que no sea una obra maestra, pero sí es una propuesta de lo más recomendable y cine de notable calidad.

Lo mejor: Eva Green, excelente como siempre, y su capacidad para conmover.
Lo peor: Es demasiado empalagosa a veces.