Dejando de lado el extraordinario trabajo de sus dos protagonistas, lo cierto es que Lazos ardientes no tiene nada realmente brillante. Sí, es valiente al colocar en primera línea a una pareja lésbica (recordemos que la cinta es del 96 ya, cuando no era tan común ver en la ficción a parejas del mismo sexo), y sí, es sin duda entretenida, sexy y está bien rodada, pero no termina de fascinar ni de encantar al espectador. Para pasar el rato está bien, para ver cómo empezaron las Wachowski antes de Matrix y Sense8 está bien, para disfrutar con una de las parejas de actrices más rompedoras y eróticas que se recuerdan está fenomenal, pero no esperen una grandiosa película con un estupendo guión y personajes complejos. No la van a encontrar. ¡Ah! Y por ahí aparece Joe Pantoliano también antes de su gran personaje de Cifra en Matrix.
Thriller correcto, pero en absoluto maravilloso.

Lo mejor: Jennifer Tilly y Gina Gershon, electrizantes, sexies, peligrosas, siniestras y, en una palabra más, brillantes.
Lo peor: No pasa de ser un thriller erótico normalito