Sí, Rumores y mentiras es una especie de versión teen de La letra escarlata, la impresionante novela de Nathaniel Hawthorne.
Y quizás eso es su "peor" valor, más que nada porque comedias de instituto hay cientos, miles, de todo tipo y pelaje, pero al final todas bastante parecidas. Por suerte, la cinta de Will Gluck es bastante divertida, bastante "sassy", como se diría en inglés, muy pícara y atrevida en ciertos momentos, aunque también bastante convencional en otros.
Pero si hay algo por lo que Rumores y mentiras ha conseguido un estatus de cierto culto, es por la excepcional interpretación de Emma Stone. La oscarizada protagonista de La La Land no era entonces la actriz de Birdman o La favorita, desde luego, pero ya demostraba un carisma y un talento excepcional. Es gracias a ella que la película sube al notable. Está fabulosa, dominando por completo el tempo cómico de la propuesta y con esa presencia que arrolla. Sensacional.
En definitiva, una película correcta, divertida, que actualiza de forma simpática un gran clásico y con una actriz principal maravillosa.

Lo mejor: Emma Stone, sin duda. Y el humor.
Lo peor: El tono de instituto le resta valor (está muy visto)