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Voto de Sibila de Delfos:
6
Romance. Drama Alex y Sergi, una sólida pareja de Barcelona, acaricia la idea de tener un hijo, pero, inesperadamente, Alex consigue una beca de un año en Los Ángeles, lo que supondría un año de relación a 10.000 Km de distancia. (FILMAFFINITY)
23 de agosto de 2014
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
10.000 km, el debut de Carlos Marqués-Marcet en el largo, es un drama acerca de los desafíos y las piedras en el camino de una pareja que ha de separarse durante un año por tener sus trabajos en Barcelona y Los Angeles respectivamente. Como tal, la propuesta resulta interesante y tiene momentos verdaderamente audaces (la secuencia inicial de sexo) o directamente brillantes (el momento en que Alex anuncia a Sergi la concesión de la beca, o cuando discuten ordenador mediante), cuyo mérito pertenece a medias a Marqués-Marcet y Clara Roquet como autor de unos diálogos llenos de verdad y realismo y por supuesto a la excepcional pareja protagonista. David Verdaguer y Natalia Tena (pedazo de actriz, oigan) derrochan naturalidad, hasta el punto de que el espectador olvida que son actores al poco de empezar la película para ver simplemente a Sergi y Alex, una pareja normal que se enfrenta a una prueba de fuego en su hasta entonces muy sólida relación, que es la de la distancia.
Sin embargo, la cinta nunca logra quitarse de encima la sensación de que hubiera resultado más eficaz y memorable.Las continuas conversaciones por Skype de los protagonistas acaban resultando muy repetitivas e incluso tediosas (algunas no aportan realmente nada), y existe también una cierta frialdad en ellas, como si el director no lograra conectar a espectador y personajes, a pesar de la entrega de Tena y Verdaguer.
Afortunadamente, 10.000 km remonta el vuelo con una secuencia final maravillosa y sorprendente que dice mucho acerca del amor, de cuando se acaba y cuando está más vivo que nunca, de cómo estar enamorado es a la vez lo más hermoso y lo más doloroso de la vida. Y eso bien merece uno o varios visionados.

Lo mejor: Natalia Tena y David Verdaguer, un monumento a la naturalidad del que muchos deberían aprender, y todo el primer tercio de película, hasta que los personajes se separan.
Lo peor: La profusión de llamadas es repetitiva y cansina.
Sibila de Delfos
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