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Voto de Sibila de Delfos:
9
Comedia. Aventuras Gustave H. (Ralph Fiennes), un legendario conserje de un famoso hotel europeo de entreguerras, entabla amistad con Zero Moustafa (Tony Revolori), un joven empleado al que convierte en su protegido. La historia trata sobre el robo y la recuperación de una pintura renacentista de valor incalculable y sobre la batalla que enfrenta a los miembros de una familia por una inmensa fortuna. Como telón de fondo, los levantamientos que ... [+]
9 de junio de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Wes Anderson nos regala otra delicia de su filmografía y su peculiar talento y estilo. Quizás la mayor delicia hasta la fecha.
El gran Hotel Budapest es una obra difícil de clasificar. En un principio la cosa parece clara: una comedia con un misterio detectivesco detrás. Pero decir eso es quedarse muy corto. Lo que nos propone Anderson con su inimitable estilo visual (planos fijos, muchas veces tomados desde lejos y travellings planos que imitan el movimiento de esos trenes tan protagonistas siempre en sus historias) y esa narración en off tan atractiva es una locura consciente de serlo que termina siendo una mezcla entre una historieta de las de antes, las películas más locas y bizarras de Woody Allen (como La maldición del escorpión de jade, por ejemplo) y un mucho también del cine cómico de antaño. Es cine que recuerda a los grandes clásicos de Chaplin o el Gordo y el Flaco, por ejemplo, en el uso del slapstick y eñ absurdo, pero mezclado, como decíamos antes, con el toque personal de Anderson, tacos y algunos desnudos y sexo. El resultado es brillante, raro, divertido, irregular y decididamente gratificante para quien entre en el juego y entienda que todo es una gigantesca broma que pretende homenajear a los grandes del humor más clásico. Son tantos los momentos memorables (los viajes en tren, el clímax en la montaña y después en el hotel, la aparición de una casi irreconocible Tilda Swinton, cada una de las apariciones del inquietante Willem Dafoe y un siniestro y a la vez ridículo Adrien Brody a quien Anderson siempre saca lo mejor, los parlamentos de Monsieur Gustave) que resulta difícil enumerarlos todos, pero Anderson los presenta con maestría a través delos ojos del excelente Tony Revolori, uno de los mejores debutantes que se recuerdan en mucho tiempo.
Y que alguien nomine ya a Ralph Fiennes para todos los premios habidos y por haber de esta temporada. Su esfuerzo en la piel de Monsieur Gustave, ese vividor mujeriego, egocéntrico, adicto al perfume, ladrón, sinvergüenza, encantador y todo al mismo tiempo, merece que se reconozca lo que mucha gente ha olvidado desde los tiempos de El paciente inglés y La lista de Schindler: Fiennes es uno de los mejores actores de su generación y uno de los más infravalorados, y aquí carga con la película a sus espaldas derrochando simpatía, carisma y sobre todo talento.

Lo mejor: Ralph Fiennes, el encanto que desprende y el tono de consciente extrañeza del conjunto. Y el desfile de estrellas, por supuesto (atención a Jeff Goldblum y Edward Norton)
Lo peor: Tiene un bajón importante hacia la mitad del metraje, pero se recupera al final.
Sibila de Delfos
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