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Voto de Sibila de Delfos:
8
Drama Un cuento moderno sobre la obsesión por la popularidad. Stafford Weiss es terapeuta y escribe libros de autoayuda. Tiene una mujer sobreprotectora, un hijo antigua estrella de la TV en rehabilitación y una hija que acaba de salir del psiquiátrico. La principal cliente de Stafford es una famosa actriz, a punto de interpretar el papel que hizo su madre en los años 60. (FILMAFFINITY)
3 de enero de 2015
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Maps to the stars es una rara avis del cine.
Concebida como una ¿sátira? del mundo hollywoodiense, nunca parece decidirse acerca de la historia que quiere contar. O mejor dicho, cuenta muchas historias pero nunca se centra en lo que tienen en común o explora otras posibilidades. Las partes no están mal, incluso a ratos están muy bien (especialmente buena es la historia de Havanna, y los diálogos en general son excelentes), y el balance final es notablemente bueno, pero continuamente Maps to the stars resulta un híbrido algo fallido, en el que el todo funciona peor que sus ingredientes. Digamos que, si se hubiera tratado de una serie de cortos, hubiera resultado una propuesta más interesante que en formato largo. A la sátira le falta humor, tiene halo de tragedia desde el principio, y tenía margen para resultar más divertida. Un gran fallo.
Hasta el final. Afortunadamente coge gran vuelo al con esa última media hora de antología, ese triángulo amoroso enfermizo y esos terribles secretos familiares y posee absolutamente ese estilo Cronenberg que no es ni comercial ni indie ni todo lo contrario, ni cine negro ni drama ni comedia. Lo es todo y no es nada a la vez, y ahí reside su virtud y su defecto también, según se sea admirador o detractor del autor de Promesas del Este.
Pero vaya reparto reúne Cronenberg. Y con qué mano lo dirige. Incluso John Cusack está menos irritante que de costumbre. Robert Pattinson, sin embargo, no consigue encontrar bien el tono, pero tampoco podía rascar mucho más en la piel de Jerome, quizás el personaje menos perfilado de todos. De Mia Wasikowska, no obstante, Cronenberg saca un enorme partido, potenciando la timidez y fragilidad de Agatha, que la australiana expresa con miradas temerosas y expresión retraída. La Alicia de Tim Burton no tiene límite. Haga de señorita victoria (Jane Eyre), heroína fantástica (Alicia en el País de las Maravillas), hija rebelde de dos lesbianas (Los chicos están bien), vampira tocapelotas (Sólo los amantes sobreviven) o cabrona siniestra (Stoker), siempre está perfecta. Olivia Williams también rinde a un nivel superlativo.
Pero la película entera, igual que en Still Alice, es Julianne Moore. 2014 ha sido el año de la intérprete de Las Horas. Solo alguien muy grande se puede permitir dos personajes tan dispares en el mismo curso, uno de los cuales incluye tacos, desnudos, lágrimas y una personalidad explosiva que Moore plasma sin pasarse un pelo, otorgando a su atormentada Havanna un carácter, carisma y personalidad brutales que la hacen, en una palabra, inolvidable.
Más que Maps to the stars, debería haberse llamado Maps to the Oscar. Vayan grabando el nombre de Julianne Moore en los premios. Y con todo merecimiento.

Lo mejor: Julianne Moore. Este es su año. Si no lo gana todo entre esta y Still Alice no ganará nunca nada.
Lo peor: Es más de partes concretas que del todo en sí. Los segmentos y las historias no casan del todo bien unos con otros.
Sibila de Delfos
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