Pues la verdad, no sé qué problema le ve la gente a Focus. Para quien esto firma ha resultado ser una absoluta y agradable sorpresa. Quizás por verla sin pretensión alguna, pero así ha sido.
Hacía mucho tiempo que no veíamos a Will Smith tan atractivo en pantalla y sobre todo tan contenido en su actuación (es bien sabido que, cuando hace comedia, cae en los típicos manierismos y exageraciones que lo hicieron un actor tan querido por el público en los 90 y buena parte de los primeros 2000; o dicho de otra forma, que es un tío simpático), muy serio y entregado al romance y la trama de la faceta ladrona de su personaje, Nicky, y el de Margot Robbie, Jess. Además, Smith tiene una química espectacular con la actriz australiana, que da como resultado una cinta de lo más agradable y, todo hay que decirlo, unas escenas de amor bastante sexys sin necesidad de ponerse en clasificación R, por supuesto, como toda buena película comercial americana que se precie. Claro que actuar junto a Robbie debe ser algo fácil, pues la Harley Quinn cinematográfica es una actriz fabulosa, capaz de llevar ella sola el peso de una gran producción y capaz de trabajos magistrales como los que ha hecho en Yo, Tonya.
Pero lo mejor es, como decimos, que la película resulta sorprendente. De algo tan trillado como el amor entre dos ladrones/espías/criminales/etc (visto mil veces en el cine), Glen Ficarra y John Requa hacen una película de lo más agradable, entretenida y simpática. No se trata de que sea una obra maestra del cine, que obviamente no lo es, sino de que cumple perfectamente con su propósito y permite disfrutar del talento y la química de una pareja protagonista que lo tiene todo: belleza, carisma, simpatía y fuerza ante la cámara.
Recomendable.

Lo mejor: No se espera nada de ella y sorprende. Will Smith y Margot Robbie están fantásticos.
Lo peor: Está más vista que el tebeo.