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Voto de Sibila de Delfos:
7
Drama. Romance David (Woody Harrelson), arquitecto, y Diona Murphy (Demi Moore), agente inmobiliario, son un matrimonio felizmente casado y bien avenido que, por culpa de un traspié económico, ve peligrar su nivel de vida. En Las Vegas, donde buscan un golpe de suerte en el juego que les traiga algo de dinero, un maduro y apuesto multimillonario (Redford) ofrece a David un millón de dólares a cambio de pasar una noche con su mujer. A pesar de las ... [+]
23 de febrero de 2014
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Por qué se le dieron tantos palos a esta película? ¿Dónde está el problema? ¿Es por el erotismo? ¿Por la trama? ¿Porque está Demi Moore en un momento en que ya se la empezaba a coger manía por todas partes?
Es que si no tampoco se entiende ese rechazo generalizado...
Lo que ha filmado, con su característico estilo, Adrian Lyne es ni más ni menos una película entretenida y muy correcta que da exactamente lo que promete. Es una cinta en la que un millonario donjuanesco ofrece a una pareja en bancarrota un millón de dólares a cambio de acostarse con la mujer. Punto. si la premisa no le interesa o le parece absurda o ridícula, querido lector, no vea la película, porque eso es lo que es y no se avergüenza de ello. Robert Redford y Woody Harrelson ofrecen unas buenas interpretaciones y el retrato de los celos y de los problemas de una pareja al borde del abismo es, como se ha dicho antes, entretenido e interesante.
Fallan dos cosas: en modo alguno es una película sobresaliente (tampoco es nada del otro universo) y sobre todo su apuesta por un final extremadamente cobarde, hollywoodiense y poco coherente con la amargura mostrada en otras partes de la película. Pero Una proposición indecente resulta un correcto entretenimiento que sobre todo no engaña a nadie.

Lo mejor: Lo claro que está todo desde el principio, la presencia de Woody Harrelson y ese aire tan único del cine de Lyne.
Lo peor: El final, cobarde y una bajada de pantalones en toda regla ante el convencionalismo más sentimentaloide.
Sibila de Delfos
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