Y Apatow se pensaba que con esta película podía caerle una nominación al Oscar como mejor guionista.
"In your dreams, Thunder", que diría Rayo McQueen. Y así como el trueno siempre va detrás del rayo, Apatow siempre va detrás de lo que él se piensa. Se cree el más transgresor del mundo solo por trufar los diálogos de tacos y conversaciones sobre sexo y por sacar algunas tetas y culos en pantalla, y en el fondo es el más tradicional a la hora de soltar mensajes en pro de la amistad, el amor y lo que toque.
Hazme reír directamente es un desastre. Pero absoluto. No sé qué le ve la gente a una película tan aburrida, a la que le sobran fácilmente cuarenta o más minutos, tan poco divertida, tan nada emotiva y que saca tan poco partido a la enfermedad del protagonista. Ni siquiera funciona como homenaje a los cómicos de toda la vida, los que se suben al escenario de un bar a hacer reír. Porque es que no hace reír, ni llorar, ni la historia de amor tiene por dónde cogerla. Ni reuniendo a caras tan conocidas como Adam Sandler, Seth Rogen, Jonah Hill o Jason Schwartzman se salva la cosa.
Gran, gran decepción y gran tomadura de pelo. Y eterna, encima. Uf.

Lo mejor: Vamos a decir los actores, aunque poco pueden hacer con tamaño despropósito de guión.
Lo peor: Todo lo demás, y sobre todo lo aburrida y nada encantadora que es.