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Voto de Sibila de Delfos:
6
Musical. Drama Adaptación cinematográfica del musical ganador de premios Tony y Grammy sobre Evan Hansen, un estudiante de último año de secundaria con trastorno de ansiedad social y su viaje de autodescubrimiento y aceptación tras el suicidio de un compañero de clase. (FILMAFFINITY)
13 de marzo de 2022
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es maravilloso cuando una película te sorprende. Sobre todo si sirve para comprobar que la película en cuestión no es, ni de lejos, tan mala como la habían vendido.
Dear Evan Hansen es un musical maravilloso. Ampliamente reconocido como el mejor y más influyente musical moderno (mano a mano con Hamilton), ha capturado el corazón de audiencias allá donde se ha estrenado y de los más fans musicaleros gracias a las maravillosas canciones de Pasek & Paul, el excepcional libreto de Steven Levenson (que también escribe el guion de esta película) y un agradecido mensaje en pro de la diferencia y de la salud mental. Es una obra que habla de lo que ocultamos, de lo que callamos, de la necesidad de ser aceptado y amado, del poder de la mentira y de cómo puede marcar las vidas de los que están alrededor, y de cómo esa misma mentira puede ser necesaria y justificable incluso en algunos momentos, aunque no esté bien.
Todo esto está en Querido Evan Hansen, la película. Stephen Chbosky, un realizador especializado en este tipo de historias de adolescentes inadaptados (Wonder, Las ventajas de ser un marginado), navega con fluidez por los temas más profundos de la historia, logrando momentos de plena emoción como la extraordinaria secuencia que es el tema "You will be found", que viene a resumir todo el concepto de la historia y lo que se quiere transmitir, y de bastante humor también ("Sincerely, me", una de las canciones que mejor se ha trasladado a la pantalla). Además, mantiene muy bien el ritmo durante todo el metraje, que se extiende más allá de las dos horas, algo que no todas las películas consiguen. Entre los actores, destaca Colton Ryan, pese a que la presentación de su personaje no es la mejor, y las siempre solventes Julianne Moore y Amy Ryan. No se entiende tampoco por qué las críticas han sido tan duras con ellas, especialmente con Adams. Vale que no sean las mejores interpretaciones de sus inmaculadas carreras, pero de ahí a verlas en los Razzie o decir que están mal, hay un buen trecho.
Sin embargo, desde luego que hay cosas que no funcionan. Unas pocas, de hecho. El fan del original escénico no comprenderá muy bien por qué han desaparecido canciones como "Disappear" (valga la redundancia), "Anybody have a map?" o "Good for you", porque, además, que no estén estas canciones acentúa algunos de los defectos de la película: no se presentan bien las dinámicas familiares de los Hansen y los Murphy, el personaje de Connor apenas está perfilado en dos trazos, y Heidi Hansen está totalmente fuera de la película, algo que sin duda afecta negativamente también al trabajo de Moore. Por contra, los personajes de Jared y Alana no se parecen nada a los del teatro, el primero porque ve reducida su importancia a la nada casi absoluta (y de repente es gay, así, por la cara, quizás porque es Nik Dodani quien lo interpreta, quién sabe) y la segunda porque se ve aquí transformada en alguien que ha de provocar mucha más empatía en el espectador, perdiendo todo el humor y el sentido que tiene en el musical. Además, me explicarán a mí que aporta que de repente Larry sea padrastro, en vez de padre, de Connor y Zoe. Incomprensible. Y ya aparte... ¿a quién se le ocurrió la brillante idea de doblar las canciones al español, en vez de subtitularlas y punto? Socorro. Sangran los oídos. Y se entienden fatal las letras, encima. Ya lo que faltaba.
Y vamos con la gran polémica. ¿Es Ben Platt el actor ideal para interpretar a Evan Hansen? Pues no y sí. A ver, no nos engañemos. Es verdad que es ya demasiado mayor para interpretar a un chaval de 17 años, pero después de todo lo que se ha dicho en su contra al respecto, es justo decir que ni se nota tanto la diferencia de edad ni tampoco es tan terrible la cosa cuando sí se nota. Sobre todo porque Platt, y aquí viene lo bueno y la defensa del intérprete de The Politician, es un excelente actor que tiene totalmente cogida la medida a un personaje, Evan Hansen, que sin él no existiría. Porque sí, puede que hubiera sido mejor contratar a un actor más joven para la película, pero Platt fue quien originó este personaje en todas sus fases (taller, Washington, Off-Broadway, Broadway) y lo defiende maravillosamente también en la película. Quien no se emocione con la ansiedad y la timidez agudas de Evan, tiene un problema, y toda esa alma es mérito de Platt.
En definitiva, una película que no hace justicia a su magistral original escénico, pero que en modo alguno es el horror que se ha dicho y que puede proporcionar un buen grado de satisfacción, sobre todo a quienes no conozcan demasiado el musical.

Lo mejor: La emoción de algunos momentos (especialmente la canción "You will be found"), cómo mantiene el ritmo durante más de dos horas, y que es mejor de lo que se ha dicho. Muy injusto el vapuleo crítico y de audiencias.
Lo peor: Los cambios respecto al original escénico, lo poco que importa el personaje de Heidi, y la nefasta y horripilante decisión de doblar las canciones. No la vean nunca en español, por favor.
Sibila de Delfos
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