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Voto de Sibila de Delfos:
7
Serie de TV. Drama. Terror Serie de TV (2013-2014). 10 episodios. Drácula llega a Londres y se hace pasar por un empresario estadounidense que pretende acercar la ciencia moderna a la sociedad victoriana. En realidad, espera vengarse de las personas que arruinaron su vida durante siglos. Sólo una circunstancia podría frustrar su plan: el conde se enamora perdidamente de una mujer que parece la reencarnación de su esposa muerta. (FILMAFFINITY)
26 de enero de 2014
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Drácula no es una mala serie. De hecho, en según qué aspectos es bastante notable.
Como suele ser habitual en la televisión de los últimos años, está hecha con mimo, es un festín para los ojos de los más detallistas y presenta unos decorados, vestuario y efectos de luz y fotografía excelentes. Es, en otras palabras, una excelente serie desde el punto de vista técnico. Además, resulta la mar de entretenida en todos sus capítulos, apuesta por los gustos populares (venganzas, traiciones, triángulos o cuadrados amorosos, amistades peligrosas, sexo, el tópico del amor y el tormento por perderlo como justificación de maldades y villanías varias) y presenta unas escenas de acción de alta violencia y con mucho contenido sangriento, como debe ser. Es decir, que no es la típica producción descafeinada y para todos los públicos.
Sin embargo, existen varios problemas. El primero y más grave es que no entusiasma. Es una serie correcta, pero ya está. Nada de lo que ocurre es adictivo o apasionante para el espectador porque suena a mil veces visto antes. Da la sensación de que el mito draculiano es solo una excusa para contar de nuevo la historia del vampiro atormentado por el asesinato de su esposa que busca sangrienta venganza rodeado de enemigos y falsos aliados mientras se tira todo lo que pilla y, por supuesto, se enamora de una chica que es la reencarnación de su esposa fallecida... ¿nos suena al Drácula de Coppola? En otras palabras: los personajes podrían haber tenido cualquier otro nombre, porque esto no tiene nada que ver con la novela de Bram Stoker. Otro problema es que ni la serie ni el personaje principal dan ningún miedo, ¿y qué son las historias de vampiros si no inquietan un poco? Si algo hace tan atractivo a la figura del chupasangre (y Drácula es el ser por excelencia) es esa mezcla de atractivo sexual y peligrosidad, pero aquí la peligrosidad brilla por su ausencia.
Afortunadamente los actores hacen lo que pueden para mantener la producción con la cabeza bien alta. Jonathan Rhys-Meyers no tiene que esforzarse para clavar la pose aristocrática, sufriente, colérica y seductora del Príncipe de los Cárpatos. Es muy parecido a lo que hizo en Los Tudor, así que ya cuenta con mucho terreno adelantado. Thomas Kretschmann sigue ampliando su leyenda con otro personaje icónico (un Van Helsing terrible, violento y psicópata) y los jóvenes Jessica De Gouw y Oliver Jackson-Cohen salen bastante airosos de la papeleta de aguantar el plano a gente como Robert Bathurst o Nonso Anozie, especialmente Jackson-cohen, que es quien tiene el personaje más desarrollado.
En definitiva, está bien y se deja ver sin problemas, a veces incluso con admiración (los dos o tres últimos capítulos son ciertamente excelentes), pero en general transmite siempre la sensación de que le falta algo.

Lo mejor: El nivel de la producción, la descripción de la violencia y el entretenimiento que ofrece.
Lo peor: Se queda muy corta en todo lo que pretende conseguir.
Sibila de Delfos
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