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Voto de Sibila de Delfos:
2
3,5
1.239
Documental Ismael Prego (Wismichu), un famoso youtuber español, realizó en 2018 en el Festival de Cine de Sitges una performance que generó polémica y le puso en el punto de mira de los medios: una hora y veinte de una única escena repetida en bucle. “Vosotros sois mi película” es la historia detrás del escándalo y un retrato generacional que pone de manifiesto la erosión de la verdad en la era digital.
31 de marzo de 2019
44 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vosotros sois mi película es, por fin, la película "de verdad" de Ismael Prego, Wismichu, después de su sonado (y hoy olvidadísimo) trolleo en Sitges 2018.
Vista hoy la película, dirigida por Carlo Padial, y criticada con objetividad, hay que decir que Vosotros sois mi película es una decepción. Los halagos que ha recibido de gente como J.A. Bayona sólo se entienden por lealtad a la amistad con algunos de los colaboradores en el equipo de Wismichu.
Para empezar, Vosotros sois mi película es un documental bastante aburrido, a pesar de que sólo dura unos 95 minutos, sin créditos finales. No me interesa absolutamente nada de lo que está contando, ni del making off de la broma en Sitges, ni de las explicaciones ni de absolutamente nada de lo que se nos cuenta. Para continuar, es simplemente un despliegue de ego de Wismichu, como suele ser habitual en él (para cualquiera que conozca un poco al youtuber). Se compara el tío con el mito de la caverna de Platón. ¿Sabéis qué es lo peor? Que de verdad se cree que está haciendo algo revolucionario, que ha creado un género (Miare de hecho lo dice en un determinado momento), cuando nos está lanzando un mensaje (la gente se cree cualquier cosa, estamos manipulados a más no poder por los medios de comunicación y las redes sociales, etc) que cualquier persona con dos dedos de frente y adulta comprende perfectamente con sólo encender la televisión y ver un telediario.
Pero sin duda lo peor de Vosotros sois mi película es la falsedad. Todo está actuado, medido, pensado, guionizado al milímetro. No hay espacio para ver realmente quiénes son Wismichu, Kajal, Joaquín, Miare o sus compinches, porque lo que están haciendo ante la cámara es una actuación. Ojo, que es muy respetable, ¿eh? Eso es el cine: actuar. Pero el problema es que nos lo quieren vender como la verdadera historia detrás de la performance de Sitges, y la verdad es que esto es tanto o más performance que aquello. Esa actuación de la que hablamos se ve muy clara en el momento casi final entre Wismichu y Miare en el monte, hablando de Youtube y sus "éxitos", una conversación que se ve clarísimamente que ha sido guionizada hasta la última palabra, y pensada además para limpiar un poco la imagen de Miare, que buena falta le hace últimamente, como sabrán aquellos que sepan un poquito de las movidas entre youtubers españoles.
¿Y ese detalle final sobre el santuario animal, para que todos digamos "oh, qué bueno es Wismichu, que hasta reparte pienso con sus propias manos a las ovejitas"? Vomitivo.
Actuación pura y dura, ego del tamaño de Brasil y un mensaje que ya conocíamos y no nos hacía falta que este señor nos viniera a recordar. Pedante hasta la extenuación.
Sibila de Delfos
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