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Voto de Sibila de Delfos:
8
Drama. Romance. Ciencia ficción El chef Michael (Ewan McGregor) y la investigadora Susan (Eva Green) se conocen y se enamoran mientras se extiende por toda Europa una grave epidemia que priva a la gente de sus percepciones sensoriales. (FILMAFFINITY)
10 de agosto de 2014
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Perfect Sense es una película notable con contrastes que quizás podrían haberse evitado... o no.
El gran acierto de la película es su punto de partida, la extraña epidemia que hace perder a los humanos sus sentidos, y cómo lo desarrolla. Es ahí donde la película de David Mackenzie es casi una obra maestra. Sus últimos veinte minutos, más o menos, son una obra maestra. Lástima que no todo sea así... Sin embargo, el retrato de ese mundo terrorífico sin sentidos es no solo acertado, sino perturbador y en cierto modo también muy poético y hermoso, al representar la lucha humana por sobrevivir lo mejor posible en tan terribles circunstancias. Las secuencias de la pérdida de percepciones y los brotes de alegría, ira o pánico que los preceden son espectaculares y turbadoras, muy especialmente la del brote de avidez en que caen todos los humanos antes de quedarse sin el sentido del gusto. Unas imágenes muy poderosas e inquietantes.
El gran fallo de la película es la historia de amor. O más que la historia de amor, el tiempo que se le dedica. No es un mal complemento, tiene momentos de verdadera belleza y emotividad (ese final... cojan los pañuelos), pero ocupa demasiados minutos en la pantalla, con demasiadas conversaciones entre los protagonistas que aportan poco y demasiadas escenas que sólo parecen estar ahí porque Eva Green y Ewan McGregor son dos intérpretes proclives a quitarse la ropa y eso hay que aprovecharlo.
Afortunadamente, Green y McGregor son otro de los grandes aciertos de la cinta. No sólo tienen una química espectacular, sino que también por separado están absolutamente arrebatadores, manejando el dramatismo radical de las situaciones que describe el guión a la perfección. Nada sorprendente, porque ambos son dos de los actores más polifacéticos, brillantes e infravalorados que trabajan actualmente (no se lo pierdan a él en Lo imposible o Agosto, por mencionar sólo dos ejemplos recientes, y a ella en sus maravillosas presencias de Sombras tenebrosas, Casino Royale o El reino de los cielos).
En definitiva, un gran drama más terrorífico que cualquier película de terror, que golpea al espectador por todos los lados y le hace cuestionarse cosas tan vitales como el amor y la vida en un mundo sin percepciones. Una película llena de espanto y belleza a la vez.

Lo mejor: El retrato de la pérdida de los sentidos y los síntomas que la preceden, la bellísima y triste música de Max Richter (atención al momento de la pérdida de audición) y por supuesto la pareja protagonista.
Lo peor: La historia de amor ocupa demasiado tiempo y hay escenas superfluas.
Sibila de Delfos
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