Notable cine policiaco de la mano de un especialista en el guión, David Ayer, y un director mucho más interesante de lo que muchos creen o de lo que ha podido demostrar, Antoine Fuqua.
Fuqua y Ayer nos sumergen en una apasionante (aunque no siempre... más detalles después) odisea policial que, aunque pueda parecer tópica (cintas sobre policías contra el narcotráfico hay para aburrir) acaba por convertirse en un tour de force lleno de tensión, a veces insoportable, entre un veterano corrupto y violento hasta las trancas y un idealista novato que se enfrenta por primera vez a la ley de la calle. Es precisamente ahí, en el retrato de la bofetada de realidad que Jake Hoyt recibe en la cara, donde reside el punto más fuerte del film. Fuqua, además, en una decisión muy inteligente, filma la película con planos cortos, cámara al hombro en muchas ocasiones, y con ello consigue una sensación de realismo tan grande que el espectador se convierte en el tercer policía, el fiel acompañante de Alonzo y Jake, testigo de sus actos... y vaya actos.
Ahí es donde la película patina estrepitosamente, y no por la crudeza de lo que vemos en pantalla, sino porque hay una tremenda irregularidad en el interés de las pesquisas y fechorías de Alonzo Harris y su atribulado ayudante. Secuencias brillantísimas como toda la final, o el atraco y asesinato a cuatro, se mezclan con episodios sin demasiado interés o alargados en exceso, lo que se traduce en un ritmo intermitente que no ayuda a hacer de la historia un gran entretenimiento.
De hecho, si se lleva el notable es principalmente porque tanto Denzel Washington como Ethan Hawke están absolutamente soberbios en sus roles. el primero, apoteósico, clava el altísimo grado de "hijoputismo" de ese Alonzo Harris al que no querríamos tener de jefe ni de nada, y el segundo personifica ejemplarmente el derrumbe de los valores de un hombre al límite (atención a su mirada después de que Alonzo cometa un asesinato dentro de una casa).
Buena película, pero no histórica ni sobresaliente.

Lo mejor: Los dos protagonistas.
Lo peor: La idea no daba para más de hora y media, y hay muchas secuencias que sobran.