22 de septiembre de 2007
11 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
En un género en el que todo está ya inventado y todo se ha visto ya mil veces, La boda de mi mejor amigo tiene el honor de figurar en mi top cinco de comedias románticas (junto a Love actually, Notting Hill, El diario de Bridget Jones y Shakespeare in love).
Y figura porque es simpática, divertida, entretenida y no insulta mi inteligencia. Y porque cuenta con un guión mucho más inspirado de lo normal, con algunos gags antológicos (como el del bar karaoke o la canción en el restaurante).
Julia Roberts está muy bien en uno de esos papeles que ella interpreta con los ojos cerrados, pero que resulta irremisiblemente encantadora, mientras que Cameron Díaz ensaya ya aquí el papel para el que parece haber nacido y que repitió después varias veces (Los ángeles de Charlie, The holiday): rubia guapa pero tonta. Dermot Mulroney se hunde en su propia sosería y Rupert Everett, extraordinario, se lleva la película de calle con su carisma y simpatía.
En fin, una de esas películas que te entran solas y se ven con gusto.
Lo mejor: Julia roberts, Rupert Everett y el tono del guión.
Lo peor: Dermot Mulroney
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