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Voto de Sibila de Delfos:
8
Drama Basada en hechos reales. Philomena Lee, una adolescente irlandesa que vivía en un internado de monjas, se quedó embarazada y se vio obligada a dar a su hijo en adopción. Cincuenta años después, decide contárselo a su hija y se pone en contacto con un periodista de la BBC para que le ayude a contar su historia y a encontrar a su hijo. (FILMAFFINITY)
14 de febrero de 2014
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Stephen Frears vuelve a estar en (casi) plena forma.
Philomena, que el realizador de Las amistades peligrosas conduce con elegante y cuidada mano (atención al uso del primer plano y el tratamiento de la luz), es una notabilísima película dramática con toques cómicos muy acertados que pone el dedo en la llaga de los robos de bebés, esta vez en Irlanda, tristemente relacionados con los conventos religiosos donde se enviaba a las chicas supuestamente "descarriadas". De tan sabida y manida tragedia Frears y su guionista, Steve Coogan, sacan una película francamente hermosa, muy entretenida y conmovedora como pocas en los últimos tiempos. Podría haber sido un vulgar y lacrimógeno telefilme de sobremesa de esos que inundan las cadenas, pero los diálogos son tan buenos y la narración desprende tanto cariño y ternura hacia la protagonista y su drama que es imposible no rendirse ante la propuesta. Hay mucha denuncia, por supuesto, denuncia de cosas que han pasado, pasan y seguramente pasarán en las entrañas más podridas de la Iglesia, pero lo que se queda en el corazón del espectador es el retrato del amor incondicional de una madre.
Entre los actores, los adictos a las series reconocerán a la siempre excelente Michelle Fairley (Catelyn Stark en Juego de Tronos) o a un fugaz Charles Edwards (Michael Gregson en Downton Abbey), pero las estrellas de la función son Steve Coogan y Judi Dench, indiscutiblemente. Coogan es una sorpresa, pues después de años triunfando en comedias locas, demuestra que puede ser un excelente actor dramático. Dench es simple y llanamente una de las mejores intérpretes de la historia, pero lo que ofrece aquí es el recital de una maestra. Sólo por escenas como la del visionado de un vídeo sobre su hijo, la vuelta a la abadía o el descubrimiento del paradero de Anthony merecerían todos los premios del mundo. Dench insufla una vida y un alma hermosísimas a la lucha de esta madre coraje que es Philomena Lee, sin renunciar a un sentido del humor maravilloso.
En definitiva, una película imprescindible de precioso mensaje en favor del amor que mueve montañas y el poder de la verdad.

Lo mejor: Judi Dench, superlativa en un auténtico recital, Steve Coogan como actor y como guionista y la emotividad y belleza de la historia.
Lo peor: No es una película sobresaliente y la historia está (desgraciadamente) tan vista ya que suena a dejà vu. Además, los personajes secundarios quedan un poco abandonados al final.
Sibila de Delfos
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