Como curiosidad, la M es la letra fetiche de Goya Toledo en su carrera. Ha estado nominada al Goya, valga la redundancia, con tres películas, todas ellas con la letra M: Marsella, Maktub y la que hoy nos ocupa, Mararía, que es la que puso en el mapa a quien es una de las mejores amigas de siempre de Penélope Cruz. Y una gran actriz, sin duda.
Mararía es una película muy notable, muy bonita en lo formal, y que nos cuenta una de esas historias de amor trágico que habrían hecho enloquecer a Lorca, de amor y muerte, por supuesto. Con el paisaje maravilloso de Lanzarote de fondo, se entremezclan un triángulo amoroso, santería, la Guerra Civil y un entramado de traiciones y crímenes que tiñen de rojo las costas volcánicas de la isla canaria.
Gran trabajo de la mencionada Toledo, Carmelo Gómez (entonces en la cúspide de su carrera y su popularidad) y un casi debutante Iain Glen hablando en español. Y atención, porque entre los secundarios encontramos a la cubana Mirta Ibarra, Manuel Manquiña o José Manuel Cervino, también ganador del Goya por Las 13 Rosas.
Notable.

Lo mejor: La pasión de la narración, la realización de Antonio Betancor y los tres protagonistas.
Lo peor: Quizás es demasiado "culebrón" para quienes no gusten de este estilo.