Bastante buena película y muy notable adaptación de la obra maestra (porque lo es) de Anne Rice, una autora original e imaginativa, pero profundamente pesada en ocasiones. La película, al igual que el libro, ahonda en la psicología de los personajes, sobre todo el de Louis (acertadísimo Brad Pitt). Es to es algo de agradecer, pues la figura del vampiro elegante, atormentado y hasta seductor que estableció Drácula se ha visto vapuleada últimamente por películas como Van Helsing o Underworld. Además, Rice elimina en el guión los molestísimos momentos filosóficos de Louis y Armand (un Banderas que no pega ni con cola) que tanto me aburrieron en la lectura de la novela.
Pero las estrellas de la función acaban por ser Tom Cruise y Kirsten Dunst, los intérpretes perfectos para los personajes de Lestat y Claudia. Aunque la verdad, que ésta sea la mejor interpretación de la Dunst no dice mucho a su favor.

Lo mejor: El trío protagonista y las escenas desarrolladas en París.
Lo peor: Es intrascendente, y al no ser ni una obra maestra ni la peor película de la historia, se olvida enseguida.