Quien esto escribe no ha leído la novela de Noah Gordon en que se basa El médico, la película, pero me consta que es una novela de las que dejan huella por el nivel de implicación emocional que el lector alcanza con los personajes y sus aventuras y sentimientos. No ocurre lo mismo con su adaptación cinematográfica, y sin duda es una pena, porque medios había de sobra para lograrlo.
La película de Philipp Stolzl es apabullante desde el punto de vista visual y técnico. Tiene un acabado que en nada desmerece a las producciones británicas o estadounidenses, y a pesar de sus dos horas y media de duración resulta de lo más entretenida y agradable de ver. Sin embargo, todo tiene mucho tufillo a "Gran Relato", a película de sobremesa de gran historia y grandes medios pero poca alma y ninguna sutileza narrativa. El médico nunca acaba de encontrar la manera de conectar verdaderamente con los espectadores más allá del buen hacer de actores como Olivier Martinez o Ben Kingsley (ya resignado, según parece, a aparecer siempre con maquillajes raros), y eso ocurre porque su narración es amena pero anémica y la pareja que forman Tom Payne y Emma Rigby nunca cuaja debido a las rampantes soserías de ambos.
Buena producción germana que dignifica la aventura hecha en Europa, pero podía haber sido mucho, mucho más grande.

Lo mejor: El nivel de la producción, excelente.
Lo peor: No termina de encontrar su propia personalidad como película y la pareja protagonista resulta bastante sosa.