El camino de vuelta es una película más sobre la familia, los problemas entre padres e hijos, la complejidad de las relaciones y familias disfuncionales en América. Nada nuevo bajo el sol, y ese es su principal defecto. Esta misma historia la hemos visto ya mil veces, y probablemente la hemos visto mejor. Sin embargo, Nat Faxon y Jim Rash, guionistas de la fabulosa Los descendientes, aquí en su debut como directores, entregan una película muy entretenida, bonita, de espíritu noble, y sobre todo muy tierna y encantadora.
Así, lo mejor termina siendo su espíritu indie, su mezcla de comedia y drama, su ternura y, por supuesto, la presencia de los siempre excelentes y magistrales Steve Carell, Toni Collette (de nuevo juntos tras Pequeña Miss Sunshine), Maya Rudolph, Sam Rockwell y Allison Janney, acompañando a los jóvenes Liam James y AnnaSophia Robb (la inolvidable Leslie de Un puente hacia Terabithia), que están también fantásticos.
Bonita y entretenida.

Lo mejor: Su excelente reparto y su estilo típicamente indie, pero con aspiraciones más comerciales.
Lo peor: No es demasiado original en nada.