El increíble Hulk, como Iron Man y otras de los inicios del Marvel Cinematic Universe, es la prueba de que, para llegar a lo que son ahora, los superhéroes de Marvel han necesitado un proceso de ensayo y error. Eran en principio demasiado serias, cuando su núcleo principal ahora es el humor y el espectáculo palomitero puro y duro.
Así, este Hulk es apenas una cinta pasable, entretenida más o menos, pero muy lastrada por una trama poco interesante pese a la presencia de Tim Roth como supervillano y por una acción que tarda demasiado en llegar entre tanto diálogo. Por no mencionar que Edward Norton no era el actor ideal para dar vida a Bruce Banner, en absoluto. Quizás Eric Bana tampoco en el film previo de Ang Lee. Tuvo que llegar Mark Ruffalo en Los Vengadores para dar con el punto al personaje, pero para aquel entonces el estilo entero de la franquicia super heroica de Marvel en el cine ya había cambiado para siempre. Cabe destacar la lástima que da que Norton, un excepcional actor, no haya llegado a más debido a su bien conocida tendencia destructiva en los rodajes, que causó problemas en proyectos tan válidos como The Italian Job o directamente magistrales como American History X. ¿Los causó también en Hulk? Juzguen ustedes mismos. No fue invitado a volver para Los Vengadores.
Pasable, pero poco memorable.