Convencional pero "bonita" película, que resulta previsible, al menos hasta cierto punto, pero se sigue con agrado.

Es entretenida e incluso interesante en la medida que retrata de forma clara la degeneración física de un ser humano, antaño lleno de vida y ahora enfermo, necesitado de la ayuda de los demás para algunas funciones básicas.

El amor al teatro, la lucha por conseguir los sueños anhelados, la melancolía y los recuerdos del pasado, la dependencia, temas interesantes tratados de forma algo ligera en ocasiones, no en vano, lo menos afortunado del film es el guión, escrito a seis manos, pero que se queda en la superficie temas de candente actualidad, sin duda de forma consciente con el fin de gustar a la mayor parte de los espectadores.

Excelentes interpretaciones, sobre todo de un soberbio Brian Cox, al que mejor oírle en versión original para degustar de su perfecta y dúctil dicción.

Podría haber estado mejor, pero está bien y siempre es amena, yendo, creo yo, de menos a más hasta llegar a los diez o quince últimos minutos, sobresalientes.

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