Pues una pena, en mi opinión. Una pena por cuanto, pese a ser un film modesto, es, en líneas generales, muy digna y honesta, pero en la parte final, sus creadores, o quizás solamente Miguel Azurmendi, echa por la borda las bondades de la cinta.

Y puede que lo haga siendo consecuente con la filosofía de la película, siendo coherente con su argumento, pero es que, hasta entonces, la combinación de comedia, intriga, psycho killer, policíaco y ciencia ficción, es eficaz, por lo que, al menos en mi caso, su deriva final entorpece cuanto se había visto.

Y se había visto una historia bien llevada, claramente narrada, con estimables interpretaciones y escenas bien filmadas, como la larga conversación entre el protagonista y la joven prostituta.

Técnicamente es muy estimable, con buena fotografía a toda pantalla a cargo de Carlos de Miguel.

En fin, que, repito, hasta sus últimos minutos me estaba pareciendo una cinta atractiva, lograda, muy entretenida e interesante, pero luego...

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