Irregular película de Paco Plaza, hombre experimentado en esta clase de productos, que en esta ocasión me temo se queda corto o por lo menos algo lejos de lo que quería lograr.
La atmósfera está perfectamente conseguida y logra mantener el interés durante gran parte del metraje, consiguiendo inquietar en ciertas escenas, pero poco a poco todo deriva hacia algo fantástico que no consigue convencer.
La deriva efectista, que no siempre eficaz, hace que gran parte de los logros conseguidos minutos antes mermen. Y es que sí es impactante su parte final pero más por los efectos especiales y de sonido, gandilocuentes, superando a la parte humana entre nieta y abuela y resultando además, y esto es lo peor que le veo, previsible. Y es que al de poco de comenzar la cinta ya se ve cómo finalizará. Yo pensé que no, que Plaza conseguiría otro camino menos predecible y me sorprendería, pero lo cierto es que al final lo que se veía venir sucede y esto me ha parecido decepcionante. Y siendo el guión nada menos que de Carlos Vermut, peca de falta de osadía, atrevimiento.
Se puede ver y es amena en líneas generales, pero para ser de Paco Plaza no me ha llenado.

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