Bastante entretenida e interesante película policíaca que tiene diversas virtudes que la hacen apetecible.
Su historia puede que, si se reflexiona un tanto, no sea demasiado verosímil, pero el guión de Edwin Blum y John Robinson es competente, uniendo al cine policíaco el costumbrista, al describir perfectamente la vida de las buenas, sencillas y trabajadoras gentes de un barrio latino de San Francisco.
Las particularidades de la familia del personaje de Gilbert Roland, están expuestas con dinamismo, humor y claridad, así como las diversas pesquisas que el protagonista realiza para dar con una pista que le descubra la personalidad del asesino... o mejor la pista que le haga ver que quien cree que es no lo sea finalmente.
Buenas interpretaciones, con un Tony Curtis ajustado en su nada fácil papel y sencilla pero eficaz realización de Joseph Pevney.
Muy amena.

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