Medido western, que remite inexorablemente a otras cintas anteriores de parecido argumento, pero que se trata de una adaptación de la novela de Paulette Jiles y que desprende humanidad por los cuatro costados, no en vano relata una dura historia donde una nación se debe recomponer en medio de sus ruinas y ruindades tras una sangrienta Guerra Civil.
Paul Greengrass, en otras ocasiones demasiado adrenalítico, en esta ocasión se toma el relato de forma tranquila, imprimiendo un ritmo sereno, donde no paran de suceder cosas en el largo camino de sus protagonistas, pero tomándose su tiempo para que ellos y los espectadores se vayan conociendo.
Técnicamente maravillosa, con una impresionante fotografía de Dariusz Wolski, que creo será nominada a los Óscars y un sonido perfecto, vamos contemplando un relato donde se unen el drama, el puro western y también el humor a cargo de algunos relatos que cuenta el protagonista a las buenas gentes de los pueblos que va visitando.
Muy bien la niña, Helena Zengel y el resto del reparto, con un Hanks sobrio e internamente emotivo.
Merece la pena aunque quizás le falte algo de emoción y pasión al relato, al menos externamente.

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