"- Quizás el hecho de que formes parte de un linchamiento consiga de ti lo que yo no pude lograr: convertirte en un hombre".

Vista dos veces en mi vida, la primera de ellas, cuanto tendría unos dieciséis años o así, pensé esto de ella:

"Brillantísimo western, que constituye un doloroso alegato contra el linchamiento, todavía en boga en algunos estados en el momento del rodaje del film (sobre todo a negros y desfavorecidos).
Está realizado con una fuerza y poder de convicción por Wellman, un siempre buen director pero en mucha ocasiones, un tanto parco en cuanto al ritmo empleado al contar sus historias.
Aquí es vibrante y el espectador es continuamente azorado por la injusticia reinante en el metraje.
Soberbias interpretaciones, bellísima fotografía en blanco y negro y una historia dura e inclemente en todo momento.
Una ruda lección que no se debe olvidar".

Vista por segunda vez, en agosto de 2020, mi opinión es exactamente la misma. El paso del tiempo no le ha hecho la menor mella pues tiene un mensaje universal que todo ser humano puede entender, aunque otra cosa es el camino que tomaría llegado el momento, pues esto del linchamiento, en estos tiempos casi siempre mediático, pero también físico en ocasiones, se sigue produciendo. Luego, el que fueran o no realmente culpables no tiene la menor importancia.

Excelentes diálogos:

"- Lo malo de ti es que no ves ganancia en linchar a un tipo. ¡Eres tendero desde hace demasiado tiempo!",

lleno de estupendos intérpretes, cada uno de ellos componiendo magníficamente sus personajes.
Una cinta que no llega a los ochenta minutos de duración pero es intensa, dolorosa, que causa rabia y que deja unos cinco minutos finales emotivos. Además, no recordaba que la película finaliza exactamente al revés de como empieza. ¡Qué plano tan sensacional en su sencillez!.

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