Más allá de los defectos de "Superman Returns", que los tiene y muchos, creo que tenemos que estar muy agradecido a Bryan Singer por haber seguido la estela que marcó Richard Donner con la ya legendaria "Superman: The Movie".

Con tantos directores que se barajaron para resucitar la franquicia de Superman existía el peligro de que a alguno le diera por "innovar" (baste decir que uno de los bocetos del Superman de Tim Burton era una especie de Eduardo Manostijeras con capa, no digamos más).

Y es que con el personaje de Superman hay que partir de una base indiscutible: "Superman: The Movie" y "Superman II" sentaron cátedra sobre la mitología del Hombre de Acero, y Bryan Singer ha sido lo suficientemente inteligente como para no apartarse de esas premisas establecidas, lo cual, sin duda, hubiera sido una completa estupidez. Sólo por eso, "Superman Returns" se merece todos mis respetos.

Es más, Singer tiene muy claro (como todos nosotros) que es prácticamente imposible sustituir a Christopher Reeve, el cual es y siempre será Superman, por los siglos de los siglos. ¿Qué ha hecho Singer?, buscar a un actor que, aunque sea lejanamente, nos recuerde a Reeve. Y con Brandon Routh, salvando las distancias, lo consigue.

Con "Superman Returns" Singer nos ha devuelto la mítica Fortaleza de la Soledad (de cristales, como tiene que ser); también nos ha devuelto esos brutales títulos de crédito al son del clásico tema de John Williams (como tiene que ser!, por cierto, John Ottman hace justicia a Williams, magnífica banda sonora); y por si fuera poco también ha sacado a Marlon Brando de su tumba para que interprete a Jor-El una vez más (eso es amor por Superman!) y, encima, ha dotado a la película de un tono serio, adulto, épico y poético que ya lo hubiéramos querido para Superman III y IV.

En definitiva, "Superman Returns", al menos para mí, tiene más virtudes que defectos. Ya era hora de que este personaje regresara como lo que siempre ha sido: un Dios que camina entre nosotros.

...sigo en el spoiler...