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Voto de Alexander DeLarge:
9
Drama Un análisis sobre el poder de la televisión, que retrata un mundo competitivo donde el éxito y los récords de audiencia imponen su dictadura. Howard Beale, veterano presentador de un informativo nocturno, es despedido cuando baja el nivel de audiencia de su popular programa. Sin embargo, antes de abandonar la cadena, ante el asombro de todos, Beale anuncia que antes de irse se suicidará ante las cámaras, pegándose un tiro en directo en ... [+]
1 de julio de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El titulo de esta critica viene motivado por el conocimiento de causa, puesto que soy licenciado en Comunicación Audiovisual (y decepcionado por la carrera y el mundillo, todo hay que decirlo).

El que debería ser el cuarto poder, 'controlando' los desmadres de los tradicionales Ejecutivo, Legislativo y Judicial, casi siempre ha sido un elemento al servicio del reinado económico: el dueño del medio de comunicación impone la linea editorial (Ciudadano Kane), que no tiene nada que ver con la Verdad, sino con las audiencias y los intereses politicios, también dependientes del lobby financiero, a su vez estrechamente vinculado al sector energético, que proporciona la fuerza necesaria para que la maquinaria que hace funcionar nuestro hipnotizador estilo de vida consumista continúe bien engrasada. Parafraseando: "El mundo es un negocio, un sistema de grandes corporaciones". Esta es la secuencia clave de Network: http://m.youtube.com/index?&desktop_uri=%2F#/watch?v=VlG4aEihX2c

A la larga los periodistas, que no dejan de ser empleados muy mal pagados para la responsabilidad que tienen de cara a la opinión publica, no pueden ser tan valientes como para difundir sinceridad a costa de perder su trabajo. Consecuencia: manipulación en masa gracias a ese controlador global de mentes que es la televisión, un invento digno del siglo XX.

La película, por cierto, vuelve a ser de rabiosa actualidad gracias a la terrible recesión en la que estamos inmersos. Los 70, una década tan depresiva en lo económico como tremendamente lucida, expresiva y creativa en lo cinematográfico, fue campo abonado para que los directores fueran como el Howard Beale que actúa como profeta iracundo en el filme.

Disculpad mi divagación personal y la mas que probable falta de acentos. Escribir en el iPad es lo que tiene.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Alexander DeLarge
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