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Bélico. Drama
Año 1940, en plena 2ª Guerra Mundial. En las playas de Dunkerque, cientos de miles de soldados de las tropas británicas y francesas se encuentran rodeados por el avance del ejército alemán, que ha invadido Francia. Atrapados en la playa, con el mar cortándoles el paso, las tropas se enfrentan a una situación angustiosa que empeora a medida que el enemigo se acerca. (FILMAFFINITY)
23 de julio de 2017
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Te hace sentir desde la butaca la angustia de la guerra. Hay pocos diálogos. Nolan se basta y se sobra con un sofisticado estallido de imagen y sonido:
El miedo en los rostros de los jóvenes que saben que van a morir. Su instinto de supervivencia. La arena, que en los estallidos golpea el cuerpo de los soldados con la misma contundencia que al espectador. El mar, sin piedad y como única salida. El cielo, que da perspectiva y poder visual. El ruido de los motores de los aviones y de las bombas, la más bruta expresión de la guerra en la película. Los aviones y los barcos, tan reales como las butacas del cine... y debo parar, que ya no respiro.
Su magistral recreación merece una buena nota. Es para verla en el cine, fuera perdería su poder expresivo.
Una advertencia: Hay que revisar la historia para no sufrir la fiebre de glorificación de un verdugo, el imperio británico, a la que induce esta película.
El miedo en los rostros de los jóvenes que saben que van a morir. Su instinto de supervivencia. La arena, que en los estallidos golpea el cuerpo de los soldados con la misma contundencia que al espectador. El mar, sin piedad y como única salida. El cielo, que da perspectiva y poder visual. El ruido de los motores de los aviones y de las bombas, la más bruta expresión de la guerra en la película. Los aviones y los barcos, tan reales como las butacas del cine... y debo parar, que ya no respiro.
Su magistral recreación merece una buena nota. Es para verla en el cine, fuera perdería su poder expresivo.
Una advertencia: Hay que revisar la historia para no sufrir la fiebre de glorificación de un verdugo, el imperio británico, a la que induce esta película.