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España España · Barcelona
Voto de Tombol:
7
Drama Cuando Bruno Stroszek sale de prisión, le advierten que debe dejar de beber. Con pocas habilidades y menos expectativas, sobrevive como músico callejero. Precisamente en la calle conoce a Eva, una prostituta, con la que entabla amistad. Después de ser golpeados por el chulo de ella, deciden unirse a Scheitz, un excéntrico vecino de Bruno, que ha decidido emigrar a Wisconsin, en los Estados Unidos. (FILMAFFINITY)
5 de diciembre de 2023
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Dos amigos, Ramón y Julio, se sientan en un bar a tomar un café al salir del cine después de ver "Stroszek". Ramón usa gafas de pasta, baratas, y está infectado de tendencias políticas derechistas. A Julio le hipnotiza el cine de por sí, pero odia lo que huele a consumismo y a adoctrinamiento facilón, es apolítico por convencimiento.

RAMÓN: Qué me aspen si el bueno de Herzog deja de sorprenderme alguna vez. Este hombre es uno de los últimos innovadores, de los últimos románticos del cine comprometido.

JULIO: Estoy todavía digiriendo lo que acabo de ver. Y es que todo lo que se nos muestra es tan sencillo, tan básico...

R: A Herzog siempre le han gustado los personajes ambiguos, los que se salen de la norma. No va buscando tipos "normalitos", y como muestra, este botón. El personaje de Stroszek, raro donde los haya. Parece un buen tipo, pero demasiado débil, el mundo de hoy es el mundo de siempre, en el sentido de que los fuertes son los que sobreviven, así es nuestra naturaleza.

J: A mí me ha gustado la ambigüedad del tipo. Parece simplón, pero luego tiene unos ramalazos de sabiduría a los que alcanzan muy pocos. No es un idiota, lo que pasa es que esa pinta apocada y esa fragilidad física nos llevan a pensar que es solamente un pobre desgraciado.

R: Herzog nos lo presenta como un delincuente que ha sido rehabilitado. Es cierto que Stroszek es una vícitima, pero el alcohol quizás le llevó a perjudicar a otros, qué le vamos a hacer, no hay otro sistema judicial más que el que tenemos.

J: Yo creo que lo que se nos dice es que el sistema carcelario no sirve para nada, lo primero que hace el protagonista al salir de la cárcel es tomarse una birra. Pero eso sí, el director del centro penitenciario se cree lo que hace, cree que la cárcel sirve realmente a la sociedad... pero ya vemos que, en el caso de Stroszek, él es la victima de la sociedad... luego lo explica Herzog...

R: Me quedo con el buen trabajo que hace Herzog con el elenco, es un director que sabe llevar de la mano a actores y actrices, les da la confianza necesaria.

J: Puedes ver lo que ocurre con los personajes de Stroszek y Eva. Se encuentran en un callejón sin salida porque no confían en la protección del Estado. Conocen bien a éste, y a quienes éste defiende. Pero creen que hay un caramelo por comer, el sueño americano. Está claro que, en los imperios dominantes, se sigue usando la fórmula de los "paraísos", los lugares donde te espera una vida llena de disfrutes y bondades.

R: Vamos a ver, la Ley debe imponerse, sino estamos jodidos. Hay que mantener el orden, no puedes dejar que los Stroszek o cualquier maleante de poca monta, la líen. Estamos en un Estado de derecho, y eso es primordial respetarlo.

J: No sé, mira la hipótesis que te plantea Herzog. El primer mundo como golosina envenenada. En un momento dado, nuestro protagonista habla de ello, es lo central de la cinta. Lo que ocurre es que entenderlo no es sencillo. Las apariencias nos hacen pensar que la sólida estructura de nuestro primer mundo está muy por encima de lo que representa un hombrecillo como Stroszek.

R: Pero hombre, si te hipotecas en la vida, y luego no pagas, lo normal es que te quiten tu vivienda. No me vengas con ese discurso típico contra los bancos, no puedes vivir por encima de tus posibilidades.

J: Pienso que no se trata de eso. Todo el sistema social, administrativo, económico, es una telaraña que te atrapa con sus reglas limitantes. Bajo sus formas "igualitarias", la libertad humana desaparece, pues si no entras en su dinámica es imposible que puedas encontrar una dignidad y una vida mínimamente humanas.

R: Los personajes de "Stroszek" son supervivientes, pero deberían conformarse con lo que la vida les da, digo yo.

J: Mira bien cuál es el entorno que los rodea, y que bien presenta Herzog: Seres violentos junto a ti que intentan quitarte lo poco que tienes; una sociedad enfrentada por repartirse migajas (los granjeros de los tractores); un mundo en el que te tienes que prostituir si deseas prosperar (no sólo se prostituye quien vende su cuerpo); una población llena de zafios y gentes educadas en la estupidez; un sistema en el que necesitas la droga (alcohol) para soportarlo; un mundo que te muestra la sobreabundancia (rascacielos) que ponen ante tus ojos como si fuera un mundo deseable y alcanzable.

R: Es cierto que el planteamiento de Herzog es pesimista, a tenor de las últimas escenas de la película (ir al spoiler). Pero bueno, no hay que ser tan tendencioso como el director alemán, a otras personas no les va tan mal como al protagonista Stroszek.


Ya no se hacen películas con este tipo de denuncia, que van tan al grano, desde un planteamiento tan sencillo, sin apenas discursos ni formatos buenistas. El trabajo que se nos presenta nos lleva por la mundanidad de unos personajes de bajo perfil, pero hay en su construcción un enfoque muy real. A mí me lo pareció. Un 7,5 sobre todo por el valor intrínseco de la obra.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Tombol
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