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España España · Barcelona
Voto de Tombol:
6
Drama En un país regido por una corrupta democracia, donde el gobierno utiliza a la Policía y al Ejército para erradicar cualquier amenaza izquierdista, un diputado de la oposición es asesinado en plena calle cuando acababa de presidir un mitin de carácter pacifista. De la investigación del caso se encarga un joven magistrado, consciente de que se trata de un crimen político cometido por dos sicarios a sueldo. Al mismo tiempo, un ambicioso ... [+]
4 de agosto de 2021
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Debo reconocer que un pequeño desfase entre la imagen de la película y el sonido de la misma me condicionó para no poder seguir el ritmo como debiera, y ello seguramente lastró algo mi percepción. Pero ello no es óbice para que pueda sacar algunas conclusiones:
- En cuanto a la percepción general de la cinta, me remito a lo expuesto por el usuario Sinué, viene a decir que el trazado de la historia es excesivamente caricaturesco, lo que supone una falta de rigor de la realidad; y puesto que la película tiene una cierta pretensión documental, el resultado final pierde veracidad, le falta cierto "punch".
- El pintar a los militares como unos personajes bastante tarugos es un juicio que parece excesivamente tendencioso, además de suponer un grave error en el que suelen caer gran parte de los ciudadanos, es un estereotipo falso que lleva a infravalorar a esos individuos, y por tanto a hacernos creer que nosotros somos más listos.
- Presiento que Costa Gavras, que prácticamente se iniciaba con esta película, estaba un poco verde en su comprensión de la política y la realidad, y ello se refleja en su planteamiento. Por otro lado no niego que tiene mucho mérito atreverse a intentar reflejar en pantalla esta historia, es compleja pues intervienen muchas personas (y más que seguramente participaron), conseguir que la historia esté bien hilvanada es harto difícil, y el Director demuestra gran capacidad de dirección.
- Craso error de los que asocian el tipo de corrupción de que se habla solo a totalitarismos varios y a acciones del poder castrense propios de regímenes más tercermundistas que el nuestro. Pensar eso es no entender la naturaleza del poder.
- De igual manera, refugiarse en ideologías de izquierdas o de derechas para contrarrestar "Z" es un enfoque ciertamente pobre. Unos y otros ejercen siempre la misma tiranía, el pueblo es siempre una marioneta que no se entera de qué va el mundo en el que vive. Aconsejo a quién quiera ahondar que revise el origen de esas derechas e izquierdas que nos dividen, esas ideologías que nos han plantado y en las que el personal cree ciegamente.
- Quienes piensen que nuestras "democracias" están libres de tales males, o cuando menos son superiores en garantías a lo que en "Z" sucede, en mi opinión viven fuera de la realidad. Insisto en que el poder convierte a sus mandatarios en auténticos monstruos. Y hoy día, el poder que han alcanzado cualesquiera élites y responsables, tangibles y no tangibles, no tiene parangón con el pasado. En base a dicha realidad, no me cabe duda de que vivimos en el mundo más peligroso que ha conocido la historia de la humanidad.
- En la película parece que un sólo personaje puede desbaratar toda la trama (sólo parece, porque a tenor de los créditos finales, evidentemente no lo consigue). Para que se entienda lo que he dicho en el apartado anterior: Hoy día, en España, sería impensable que algo así sucediera, el la actualidad el poder judicial está completamente politizado (los órganos superiores del poder judicial), esto lo sabe cualquiera que conozca un poco cómo está estructurado y regulado.
- Hablar de buenos y malos, como hace "Z", es mostrar una realidad distorsionada. Yo hablaría de dominadores y dominados. El pueblo, todo él, es dominado, aunque unos aúllen de indignación (en la manifestación del principio) y otros vitoreen a la policía. Todos ellos delegan en otros su poder de resistencia, y son incapaces de revertir un mundo de opresión.
Si algo agradezco a Costa Gavras, es que se ponga del lado de la denuncia. Un 5,8.
Tombol
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