Me resulta complicado ponerme a puntuar este "Fausto", y es que las películas antiguas parecen, por momentos, pertenecer a otro tipo de arte distinto del cinematográfico común...pero sí, es cine, y del bueno.
No deja de sorprender el fantástico resultado que consigue Murnau en las diferentes puestas en escena, con los distintos "efectos especiales", con los diferentes decorados de cartón piedra... tienen una gracia y un encanto dignos de encomio.
La historia es bien sencilla, algo simple, pero no importa...uno puede disfrutar de lo mostrado, todo destila un aroma imaginativo y original.
El bien y el mal, el amor, los remordimientos...temas manidos y manoseados en la modernidad, sacados de su sentido original, convertidos en conceptos de usar y tirar, con Murnau viajamos a un lugar en el que, sin manipular, podemos indagar sobre esas cuestiones.
Hay un rasgo del comportamiento humano que se reproduce a menudo en el cine de todos los tiempos, en esta cinta también, y es el comportamiento alocado e irracional de la masa social cuando tiene miedo o cuando es arengada o enfurecida en base a prejuicios y creencias destructivas...hoy día no es distinto, la mayoría de la población es fácilmente influenciable, desde arriba se marca lo que se debe pensar, y luego sólo hay que soplar y ocurre el desastre que alguien buscó. Mephisto sigue presente en nuestro tiempo, por más que los abducidos darwinistas insistan en que nuestro tiempo es, con diferencia, el más evolucionado y perfecto de todos los tiempos.
No es "Fausto" un tratado de filosofía, parece más bien un cuento sobre arquetipos...sumergida toda la historia en un ambiente tenebroso y fantasmagórico...le pongo un 7,5, aunque bien podía haberla subido.