Los deportistas míticos tienen ese algo que te permite visualizar sus glorias una y otra vez. Me acerqué a este documental sin conocer nada de sus ingredientes, salvo de que hablaba de un equipo de hockey hielo mítico. Y me encontré con un trabajo que mostraba tres facetas de la realidad a través de ese deporte: política-hockey-lo humano.
Con testimonios de primera mano, estremece comprobar la estrecha relación entre política y deporte, que es lo mismo que decir, en el presente caso, de manipulación y deporte. El deporte como manera de guiar los sentimientos y las voluntades de un pueblo. En este caso, constatado en la antigua URSS. Pero podemos extender el análisis y llegaremos también al torticero uso del deporte que se hace en nuestras queridas sociedades occidentales. Da grima.
Con todo, ver la excelencia en el deporte siempre me ha resultado poco menos que hipnótico. Y en el caso de este equipo ruso de hockey se muestra esa belleza, ese lirismo que puede alcanzar en raras ocasiones la competición deportiva. He echado de menos más imágenes de estos magníficos jugadores.
Fetisov, el jugador más importante de ese equipo mítico, es el elemento central (no el único) de la narración, y conocer de primera mano la historia de este equipo y la suya propia nos aporta un testimonio de vida muy valioso.
En definitiva un trabajo interesante, un 6,8.