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Voto de andy dufresne:
1
Acción. Fantástico. Aventuras. Terror Año 1723, Rumanía. BloodRayne (Kristanna Loken) es una Dhampir, mujer medio humana medio vampira que trabaja como agente de la Sociedad Brimstone, sociedad secreta que persigue y destruye las amenazas sobrenaturales. Adaptación cinematográfica del videojuego del mismo nombre. (FILMAFFINITY)
15 de octubre de 2007
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Son las 7 a.m. La impresión es que ésta va a ser una mañana soleada y menos mal, 3 días, con sus noches, sin parar de llover. Mr. Boll, (debería plantearse buscar un pseudónimo para seguir firmando películas, si quiere que alguien las vea), se dispone a saborear una taza de ese café que ya hace unos minutos inunda con su agradable olor la estancia en la que se encuentra. Mientras de forma distraída piensa en rodar una “película”, “de vampiros”, abraza con las dos manos la taza, acercándola a la boca a la vez que acerca la boca a la taza –como si hubiesen concertado un encuentro en un punto equidistante entre las dos- y se dispone a dar el primer sorbo cuando…algo silba a su espalda y ahora…un crujir de huesos que sin entender el porqué, puede escucharlo y sentirlo al mismo tiempo. Varias gotas de sangre se precipitan a modo de meteoritos en medio del doble de café, corto de leche, sin azúcar, justo cuando llegaba a su destino. En agradecimiento a este repentino aporte de líquido extra en la taza, la misma responde despidiendo otras –de menor entidad- en sentido contrario que, en su mayoría le alcanza a los ojos los cuales, ya habían iniciado un involuntario cierre de párpados a la par que los dedos de sus manos se despiden de la taza que, con su desayuno aún dentro, inicia un corto viaje hacia su entrepierna.
Es entonces cuando intenta girar la cabeza hacia el lugar del que provino el silbido. Es raro…su cabeza pesa dos kilos más que hace un segundo y…¿quién es este tío?, se sorprende al ver a la Terminator 3 , moteada de rojo –como salpicada por un aspersor de ketchup- que, sin inmutarse le devuelve la mirada y a modo informativo, con el índice derecho, le señala al centro de su frente. A medida que converge la visión de sus ojos, intrigado por la indicación de la Loken, comienza a percatarse de algo que hasta ahora había pasado desapercibido para él … una columna metálica con base en su entrecejo se elevaba arriba unos quince centímetros, sobresaliendo, a su vez desde su hueso frontal hacia delante unos dos centímetros. Por adorno, ¡sangre! que, espesada por otra sustancia blanquecina que no acertó a identificar, ve ligeramente ralentizado su descenso hacia la nariz. ¿Qué es todo esto? La expresión de su cara cambia. Del semblante de sorpresa pasa, con la celeridad de un repostaje en formula 1, a una expresión de perplejidad absoluta. Lentamente, como si no estuviese seguro de querer hacerlo, dirige su mano derecha hacia el saliente acerado pasando la punta de los dedos por el mismo… desde abajo hacia arriba, ángulo recto, ahora hacia atrás, sigue siendo metálico, un poco más atrás…hasta palpar lo que adivina como un mango de madera. No cabe duda, ¡llevo un hacha clavada en la cabeza!. Nuevamente sus músculos faciales se organizan para dibujar ahora el más demacrado gesto de terror… ¿Por qué? Acierta a preguntar… De parte de Madsen, Kingsley, y Chaplin, para que no hagas Bloodrayne, le responde.
andy dufresne
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