Los primeros momentos de la pinícula se salen, parece que vamos a ver algo alternativo, trasngresor y extravagante. Con el chico depresivo que coquetea con el suicidio, la chica loca, histérica y avasallada y los amigos acompañando la función. Los diálogos eran divertidos, devastadores y con algo de filosofía.

Pero la historia de amor se fue yendo a parámetros trillados, conservadores y cursis. Me puse triste, me cabreé, me disgusté, lloré un poco, y acabé dormido en el sofá. Luego me desperté y terminé de verla.

No sé por qué si prometía tanto se fue por ese camino, es como si hubieran cambiado de guionista a la mitad de la película. Un 4, por la primeros 30 minutos.