Cómo olvidar el miedo y el sudor de manos que me hizo sentir en mi tierna infancia, ver que se anunciaba después del noticiero de la noche "Hasta el viento tiene miedo" y disponerse a presenciar una historia de la que no tenía ni la mínima idea de qué trataba. Todavía recuerdo la sensación de pánico que me producía el aullar del viento, la oscuridad que absorbía todo a su paso, imaginar el instante en que harían acto de presencia las apariciones, esos lamentos y gritos que erizaban la piel. El terror de tener que dormir solo después de haber visto menuda trama.
Vista otras veces después, he de decir que algunas escenas me siguen produciendo escalofríos, me parece brillante la forma en que fue hecha para su época, adelantada en algunos aspectos a otras historias de fantasmas; que ahora se diga que está muy visto lo que sucede en la trama, no es un argumento para decir que es una película fallida o que ha envejecido; yo pienso que es un clásico de culto que supera a otras producciones contemporáneas en cuanto a ambientación, atmósfera y originalidad. Creo que influye el hecho de que no sea japonesa, italiana o francesa, estoy seguro que muchos no la bajarían de "obra maestra" si fuera de alguno de estos países. En fin, que esto del cine y del arte en general así es, ciertas joyas, por variadas razones, no son valoradas como deberían. A los que gustan del terror clásico que, con recursos inteligentes, sugiere más de lo que muestra les recomiendo que le echen un ojo, puede que al igual que yo queden encantados.