Esta película se estrenó un viernes 4 de febrero del 2005, dirigiendo James L. Brooks.

Buscando una vida mejor para su hija, Flor sale de México y se instala en una comunidad latina de Los Ángeles, de la que nunca sale. Efectivamente, sigue anclada en un mundo y en una lengua que le resulta familiar, separada de la cultura norteamericana hasta el día que es contratada como ama de llaves de los Clasky. John y Deborah Clasky (Adam Sandler y Téa Leoni) están pasando una mala época en su matrimonio. John es un padre y marido amante, paciente y dedicado, además de chef y propietario de un próspero restaurante. Deborah ha perdido su trabajo recientemente en una compañía de diseño comercial y ahora está al borde de una crisis de identidad. Su carrera le había permitido canalizar gran parte de su nerviosa energía. Sin ese escape, sus inseguridades amenazan la estabilidad de la familia.

Hace poco tuve la oportunidad de verla… ¡pero no como esperaba! El idiota que me la prestó no me dijo que no tenía subtítulos en español, así que, como en la película: “Siempre son necesarios los subtítulos”.

En lo personal, ésta, es una película muy enfadosa, de que le entendí le entendí, la mitad de la película hablan español, pero eso no bastó para que no quisiera que se terminara rápido. El papel de Adam Sandler no cabe ahí, ese no es Adam. Una comedia donde te das cuenta de que no es más que un drama de miseria total, muy enfadosa sobre los problemas de una ama de llaves metida en una familia americana muy rara, eso no lo entendí, simplemente no lo entendí.

Muy mala película, enfadosa, simplona y confusa en varias partes. No existe una trama, las cosas van pasando solas y no enganchan en ningún lado, no sacas algo provechoso de ello, no es buena película, es una más sin mensaje, sin entretenimiento, ni algo que enganche.

Única parte gustosa es cuando John prepara el mejor sandwich, jeje.