La cosecha no es ni siquiera una más del montón: es una del montón de las más malas. Un producto sin pies ni cabeza que cuenta como único aval con la presencia de Hilary Swank, nuevo caso de actor/actriz que hace que me pregunte: ¿qué hace este/a aquí?
La película arranca y plantea el tema fe/ciencia en los primeros minutos de manera medio interesante, incluso prometedora. Pura fachada. Poco a poco se va desarrollando una historia topiquísima, llena de efectismos y totalmente inverosímil. Un guión que no se preocupa por desarrollar personajes, por crear un ambiente inquietante o por tener una mínima coherencia. Si hubiera ciertas dosis de misterio o cierta destreza a la hora de abordar el género, tal vez se hubiera salvado de la quema. Pero no hay nada de eso en La cosecha.
En fin, sólo salvaría a Hilary Swank, pero la rodea una historia tan mala que termina por absorberla en su espiral de mediocridad. En definitiva, no merece la pena. Es simplemente mala.