El Soplón es una de esas películas con las que el actor protagonista tiene la oportunidad de lucirse y consagrarse. Matt Damon ha tenido esa oportunidad con esta película de Soderbergh (viejo conocido suyo) y no la ha desaprovechado. La pena es que El Soplón ha pasado desapercibida, tal vez por culpa de un tema muy alejado de los intereses del público y una forma de presentarlo y desarrollarlo demasiado compleja.
Matt Damon hace un gran trabajo, así como el resto de los secundarios, pero la trama de El Soplón es ciertamente aburrida. La salvan algunos toques de humor y el carisma de Damon, pero en general cuesta seguirla y su tema no atrae lo suficiente como para que el esfuerzo merezca la pena. Podría haber sido una película más interesante, pero Soderbergh la rueda de manera un tanto rutinaria, aunque técnicamente brillante. Me quedo con los ingeniosos y paranoicos comentarios de la voz en off. Por lo demás, prescindible.